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El 26% de los adolescentes hace un uso problemático del móvil, que los lleva a dormir peor, tener ansiedad y ser más agresivos con sus padres

Adolescentes y movil

El 44% consume porno según un estudio de la Fundación Barrié realizado en Galicia que detecta que el 17% tiene problemas para controlar el uso de los videojuegos

El 26% de los adolescentes hace un uso problemático o compulsivo del móvil que supone un alto grado de interferencia en su vida diaria y repercute negativamente en la convivencia familiar. La prevalencia es mayor entre las chicas y se incrementa con la edad, llegando al 31% en el Bachillerato. El 44% reconoce consumir pornografía online y el 42% admite haber recurrido al sexting o intercambio de mensajes sexuales. El 11% ha recibido proposiciones sexuales por parte de un adulto.

Son algunas de las conclusiones de un estudio de la Fundación Barrié, el de mayor muestra regional realizado hasta la fecha, sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la vida de los jóvenes. Se ha realizado entrevistando a 10.000 adolescentes de entre 12 y 18 años de 59 colegios e institutos de Galicia, pero su coordinador técnico, Antonio Rial Boubeta, profesor de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Santiago de Compostela, dice que «corrobora los resultados de estudios nacionales previos» e insiste en que «estamos ante un problema global».

Adolescencia, tecnología, salud y convivencia, que se ha presentado este miércoles en La Coruña, muestra que el móvil está presente en todo tipo de contextos de los adolescentes. No sólo van con él al instituto, sino que el 61% reconoce dormir con el teléfono en su habitación y el 29% lo usa de madrugada todos o casi todos los días. El 23% dedica más de cinco horas al día a las redes sociales los fines de semana. Un tercio sube fotos, vídeos o historias personales todas las semanas y el 7% hace bailes en TikTok todos los días. El 6% hace retos virales. A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no lo reconoce aún como una forma de adicción, la evidencia científica reconoce los efectos perjudiciales que puede provocar tanto teléfono: se está convirtiendo en un problema de salud pública.

El estudio refleja los problemas asociados al uso problemático de internet. Advierte de que la tasa de depresión es más del triple en los adolescentes que usan el teléfono con una elevada frecuencia. También se duplican los casos de ansiedad, irritabilidad y cansancio. El porcentaje de adolescentes que duerme menos de cinco horas al día es más del doble. Tienen más dificultades para aceptar su propio cuerpo y hay mayores manifestaciones de violencia hacia los padres, así como un mayor consumo de comida basura.

EL PRIMER MÓVIL, A LOS 11 AÑOS

De media, los niños acceden a su primer móvil a los 11,41 años. Cuando están en 1º y 2º de la ESO ya tienen un móvil con datos. La presencia de los adolescentes en las redes sociales es masiva y generalizada: casi el 80% está en tres o más redes sociales, mientras que el 62% cuenta con más de un perfil en una misma red social. Hay un perfil blanco para los padres y familiares y otro para interactuar con sus amigos. Pero el 41% tiene un perfil público, abierto a todo el mundo, a través de que cualquier adulto desconocido puede contactar.

Por ahí se cuelan muchas de las conductas de riesgo: el 11% de los entrevistados reconoce haber recibido proposiciones sexuales por parte de un adulto, aunque este porcentaje se eleva hasta el 18% en el caso de las chicas (frente al 6,9%) de los chicos). Hay un 42% que recibe mensajes de carácter erótico o sexual. El 12% ha recibido presiones para que envíen fotos o videos de carácter sexual y el 4,4% ha sufrido sextorsión. El 44% ha entrado en páginas de contenido pornográfico.

El contacto con desconocidos es otro problema del que llevan tiempo advirtiendo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y que este estudio corrobora: seis de cada 10 adolescentes ha aceptado en redes sociales a alguien que no conocía de nada o ha contactado con desconocidos a través de internet, hay un 22% que ha quedado en persona con gente que conoce a través de internet.

La adicción a los videojuegos sí que está reconocida desde el pasado enero por la OMS como un trastorno del comportamiento adictivo. El trabajo detecta un 4% de adolescentes en esta situación (5,5% chicos y 1,7% chicas), mientras que ve un uso problemático en el 13%. Hay, por tanto, un 17% de alumnos que tienen problemas con los videojuegos.

UNO DE CADA TRES CONSUME VIOLENCIA EN VIDEOJUEGOS

Casi uno de cada tres consume violencia regular a través de videojuegos y el 41% ha sido insultado o humillado mientras jugaba, mientras que el 29,3% reconoce haber insultado o humillado a otros.

El estudio constata que las tasas de acoso escolar son mayores entre los adolescentes que juegan habitualmente a videojuegos violentos. Su consumo frecuente al comienzo de la adolescencia, en torno a los 12 o 13 años, hace duplicar las tasas de agresores.

Ante tan graves efectos, sorprende que sean pocos los padres que acostumbran a limitar a sus hijos con las pantallas: sólo un 38% pone algún tipo de norma en relación al uso del móvil y apenas un 26% limita las horas de uso. Uno de cada cinco progenitores usa el móvil en las comidas. La consecuencia es que en el 12% de los hogares se producen discusiones frecuentes a cuenta del teléfono.

Fuente: https://www.elmundo.es/

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