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«Los niños de mi cole me han preguntado que cómo se coge la leucemia»

Leucemia
Alejandra, de 9 años, protagoniza la VIII edición de ‘La Vuelta al Cole’, una carrera solidaria organizada por la Fundación UnoEntreCienMil, en la que participan cientos de centros de toda España
«El médico me dijo: te ha tocado la lotería, pero para mal»

ANA I. MARTÍNEZ

En el colegio FEC Santa Joaquina de Vedruna de Madrid los alumnos saben cómo funciona el sistema digestivo, quienes fueron los Reyes Católicos o hablan inglés sin problemas. Pero también saben lo que es el cáncer. Conocen qué es la leucemia infantil y la palabra quimioterapia tampoco les sorprende: saben que es el tratamiento para combatir dicha enfermedad. Y no ha sido el más prestigioso médico o investigador español quien les ha enseñado todos estos últimos conceptos. No. Ha sido Alejandra, alumna del centro, que a sus 9 años ha superado una leucemia y protagoniza este año la VIII edición de ‘La Vuelta al Cole’ que organiza la Fundación UnoEntreCienMil.

«Ahora estoy muy bien y muy contenta», cuenta la pequeña a este diario con cierta timidez pero segura de sí misma, siendo muy consciente de su enfermedad, «un tipo de cáncer que se cura con quimioterapia», explica, «lo que hace que tengas que estar ingresada en el hospital».

Ale, como la llaman cariñosamente dos de sus profesoras, Ana Velasco y Andrea Sariñana, ha tenido una semana muy ocupada porque, este viernes 28 de octubre, 650 colegios de toda España y 260.000 niños corren para luchar contra la leucemia infantil, el tipo de cáncer más frecuente entre los menores y que un 20% de ellos no logra superar.

«Estos días, he estado yendo por varias clases explicando en qué consiste la carrera solidaria de ‘La Vuelta al Cole’ y qué es la leucemia», relata, «y me han hecho muchas preguntas. Por ejemplo, niños más pequeños me preguntaron que cómo se coge esta enfermedad y les he explicado que no se coge, sino que aparece y que después, gracias al tratamiento, se va», cuenta con total normalidad.

A Alejandra le diagnosticaron leucemia en 2021. «Por entonces, no se encontraba bien. Faltaba muchos días a clase, decía que le dolía la cabeza…», recuerda Andrea, quien en ese momento era su profesora.

Fue en la Semana Santa de ese año cuando los médicos dieron con el diagnóstico. Comenzó, entonces, una dura batalla en la que sus padres, Elena y Fran, acompañaron a su hija en todo momento.

«No me gustaba ir al hospital», asegura Alejandra, que se pasaba los días entretenida principalmente con la tableta, viendo sobre todo a Arta Games, sus youtubers favoritos. «Lo que más me gustaba entonces -recuerda la pequeña- eran las punciones lumbares porque me sedaban y me dormía. Me encantaba. No me enteraba de nada», cuenta con total sinceridad.

La familia contó con el incondicional apoyo de todo el centro escolar, especialmente de Ana, su actual profesora de 4º de Primaria, y Andrea, quienes hicieron todo lo posible porque Ale y los compañeros pudieran seguir con su día a día con normalidad.

Afrontar el diagnóstico en clase

«Sus padres me escribieron para informarme del diagnóstico estando de vacaciones. Al regresar, montamos todo lo necesario para que Ale se conectara vía online a sus clases y pudiera seguirlas a su ritmo, poco a poco. Lo hicimos para que siguiera en contacto con sus amigos y desconectase de su realidad, del hospital y de su enfermedad», relata Andrea.

Tocó también entonces explicar a los niños qué le pasaba a la pequeña, que no iba a ir de momento al colegio porque tenía que curarse. «Hicimos una tutoría en la que les expliqué lo que sucedía con mucho tacto pero diciéndoles la verdad», recuerda la docente. «Hablamos de la leucemia y, aunque al principio les costó entenderlo, porque tenían siete años, a medida que veían a Ale conectada y que ella les iba contando las cosas, lo fueron entendiendo. Se volcaron con ella».

«Hay que contar la verdad. Y ya está. Los niños tenían muchas preguntas y necesitaban respuestas», añade Ana, su actual profesora. «Por ejemplo, una de las cosas que más les impactó al principio fue la caída del pelo. Ellos no entendían por qué se quedaba sin él y se lo explicamos. A Ale la han visto con gorro, incluso llegó un momento en el que se atrevió a quitárselo y la vieron vía online sin pelo alguno. Pero a ellos ya no les sorprendió porque era algo que ya habían asimilado. Y cuando regresó al colegio el 4 de marzo, que vino con un pelo muy cortito, los niños ni se percataron de ello. Solo querían abrazarla. Fue una gran sorpresa para todos su vuelta. Y muy emocionante».

Sobre este tema, Ale responde rápida y tajante: «Yo ni me miraba al espejo. No quería», recuerda. Tampoco le gustaba ese «pelo fregona» que nace después pero, al que, poco a poco se ha ido acostumbrando.

Hubo también en aquellos días preguntas duras pero realistas. «Me preguntaron si se iba a morir», recuerda Andrea, «porque ellos relacionan la palabra cáncer con muerte. Y no siempre es así», afirma la docente.

Sensibilización y conciencia

Ambas tuvieron claro desde un principio que no iban a ocultarles nada y que tampoco les iban a sobreproteger. Y quizás esta haya sido la clave con la que han conseguido que los alumnos del centro sean muy conscientes de esta enfermedad, sobre lo necesaria que es la investigación y de por qué correr este viernes es importante para todos.

‘La Vuelta al Cole’, que ha recaudado más de 1.700.000 euros, es el movimiento de sensibilización más importante de nuestro país en la lucha contra este tipo de cáncer infantil, ideada por la Fundación UnoEntreCienMil, para que, de una forma alegre y vital, desde los colegios se transmita el valor de la solidaridad y la empatía. Se trata de niños ayudando a niños. De esta forma, tanto los colegiales como sus familias se unen a la causa de la entidad, que persigue la curación plena de la enfermedad.

«Yo el año pasado me la perdí», recuerda Alejandra. Esta vez, sin embargo, aunque «andando», asegura, va a hacer la carrera en el patio del colegio. Además, van a homenajear a Lucía, otra alumna del centro que está pasando en estos momentos por la misma enfermedad. «Quiero decirle que no se preocupe, que esto al final se pasa», dice Ale, que espera correr junto a ella la carrera del año que viene y, si Lucía quiere, podrán hacer juntas el pino en la pared, una de las cosas que a Ale le encanta y no ha podido hacer estos meses de atrás. Pero hoy sí, cuando es completamente feliz.

Fuente: https://www.abc.es/

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