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Por qué no hay prisa para que los niños empiecen a usar el lápiz en la escuela

Lápiz

Elena Sanz

En el primer curso de Educación Infantil, a los 3 años, empieza el “cole de mayores”: niños y niñas acuden muchas veces, por primera vez, al mismo centro escolar en el que cursarán la Educación Primaria (hasta los 12 años). En las aulas de Infantil, a pesar de que la evidencia científica demuestra que no hay prisa por coger un lápiz en estas edades tan tempranas, existe ya cierta presión para que los niños aprendan a leer y escribir lo antes posible.

Los enfoques de maestros y maestras en esta etapa son muy variados: desde pedir a los niños que cojan el lápiz para comenzar con la grafía de las letras el primer día de colegio, hasta limitar la escritura a garabatos y psicomotricidad fina, reservando la verdadera enseñanza de la escritura para la etapa de Primaria (a partir de 6 años).

Pero los expertos recomiendan que mucho antes de coger un lápiz se trabajen habilidades previas motoras, fonológicas y cognitivas para desarrollar con éxito el aprendizaje de la [escritura].(https://ila.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/trtr.2307). En este artículo se mencionan algunas de ellas.

Escribir: una habilidad esencial y llena de retos

Conseguir unas buenas habilidades de escritura es fundamental para lograr éxito académico a lo largo de los años escolares. Los niños que escriben con fluidez tienen más probabilidades de ser buenos lectores, tener éxito en el colegio y cursar estudios superiores. Esto también tendrá una repercusión en su bienestar emocional.

De ahí la importancia de proporcionar una adecuada enseñanza en el proceso de adquisición de estas habilidades desde el inicio, especialmente para los estudiantes en riesgo de padecer dificultades de escritura.

La escritura es una habilidad muy compleja que no se desarrolla de forma natural, y es esencial una enseñanza explícita que siente las bases necesarias. Aunque existen habilidades cognitivas y lingüísticas subyacentes compartidas que influyen en las habilidades de lectura y escritura de cada estudiante, la escritura conlleva una serie de particularidades que la convierten en una habilidad cognitiva y lingüísticamente más exigente que la lectura.

Diferencias entre lectura y escritura

Para empezar, la escritura es una actividad psicolingüística de tipo productivo, en contraposición a la lectura, que es de tipo comprensivo. Además, contempla otros procesos como los motores, la aplicación de las reglas de conversión fonema-grafema u otros con mayores demandas lingüísticas y cognitivas como la planificación.

A pesar de que la escritura es una habilidad más compleja que la lectura, ha sido menos explorada, hay menos estudios y menos propuestas de enseñanza de la escritura.

La ambigüedad de la etapa de 3 a 6 años

La normativa sobre las enseñanzas mínimas de Educación Infantil en España, por ejemplo, permite realizar una primera aproximación o iniciación a la escritura. Sin embargo, aunque menciona el desarrollo inicial de habilidades relacionadas con la escritura, no ofrece detalles concretos al respecto. Este planteamiento, concebido como el inicio de un proceso que se consolidará en Educación Primaria, genera cierta ambigüedad entre los docentes.

El término “aproximación a la escritura” puede dar lugar a diversas interpretaciones, lo que se traduce en una amplia variedad de enfoques y metodologías en las aulas de Infantil. Una normativa más detallada podría servir de guía para los docentes, quienes a menudo demandan formación más especializada sobre cómo enseñar a escribir de manera efectiva.

Recomendaciones según la evidencia

Existen importantes prerrequisitos que no debemos obviar para lograr éxito en el desempeño de la habilidad de la escritura: la conciencia fonológica, el conocimiento alfabético, las habilidades de motricidad (gruesa y fina), las habilidades orales del lenguaje y los procesos cognitivos. Durante los primeros años de escolarización se deberían trabajar estos aspectos que están a la base de la escritura.

Además, es importante considerar que los primeros años son especialmente críticos para la enseñanza de la escritura a mano; una vez que los niños han adquirido hábitos contraproducentes en la escritura a mano, como sujetar mal el lápiz o formar letras de forma ineficiente, esos hábitos pueden ser difíciles de cambiar.

Pautas para establecer la conciencia fonológica

La investigación más reciente sugiere estimular la conciencia fonológica, en especial la conciencia fonémica de palabras tendrá un papel crucial, ya que cuando escribimos debemos identificar cada sonido del habla y asociarlos a su grafema (letra) correspondiente. Es recomendable trabajar estas habilidades de forma sistemáticaestructurada y diaria en Infantil. Para ello, pueden realizarse actividades que les ayuden a identificar, por ejemplo, que casa y coro comienzan con el mismo sonido /k/, o que la palabra “zapato” está formada por tres sílabas. Estas experiencias fomentan la conciencia fonológica, una habilidad clave para el aprendizaje de la escritura.

Posteriormente, estimular la relación entre grafema y fonema (es decir, entre la letra y su sonido) y trabajar el conocimiento de las letras.

Finalmente, no podemos pretender que el alumno elabore una buena composición escrita si no tiene buenas habilidades de expresión oral, por lo que es muy necesario trabajar las habilidades narrativas orales.

Recomendaciones motoras

La evidencia de la que disponemos hasta ahora nos ofrece las siguientes recomendaciones en cuanto a las habilidades de motricidad:

Una vez se comienza con la grafía de las letras, hacia final de Infantil:

Todas estas estrategias pueden suponer una diferencia significativa en el aprendizaje de la escritura. Un área en el que hay todavía mucho recorrido por explorar, puesto que ha ocupado siempre un lugar menos prioritario en la investigación y la práctica docente que la lectura.

Fuente: https://theconversation.com/

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