La integración de esta tecnología proporciona valiosos recursos, y también nuevos desafíos, al profesorado, que dispone ya de cursos específicos sobre esta
DIANA OLIVER
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la educación al permitir avances como la personalización del aprendizaje, la mejora en la administración escolar o el análisis de datos educativos. Aunque algunos docentes pueden mostrar cierta resistencia inicial, la formación en IA es cada vez más accesible y necesaria para mantenerse al día en el entorno educativo actual, donde la tecnología está desempeñando un papel central en la mejora de la enseñanza y del aprendizaje.
Àngels Fitó, rectora de la UOC, explica que las nuevas oportunidades tecnológicas son también oportunidades educativas, y sugiere que la educación debe evolucionar para abrazar estas tecnologías, incluyendo la IA, con el objetivo de preparar a los estudiantes para el futuro. Según Fitó, la llegada de la inteligencia artificial a la educación exige la revisión de enfoques tradicionales y la reevaluación de cómo se aprende y se valora el conocimiento. “La noción de que la inteligencia y el conocimiento están determinados por la cantidad de información que se posee pierde relevancia cuando las máquinas pueden almacenar y acceder a la información de manera más eficiente”, afirma. En esta línea, un equipo interdisciplinario de investigadores de la UOC ha desarrollado un sistema basado en algoritmos de inteligencia artificial que permite detectar a los estudiantes en riesgo de suspender y, además, puede intervenir de manera automática y personalizada para revertir la situación. Fitó sostiene que este seguimiento continuado ayuda a acortar el tiempo entre las primeras señales de riesgo y la intervención del sistema para evitar que los estudiantes abandonen la asignatura.
Utilidades innovadoras
Desde la perspectiva de Francisco Delgado Cecilia, mentor digital #CompDigEdu en la Dirección Provincial de Educación de Ávila y maestro de educación primaria, la IA proporciona utilidades específicas para los estudiantes, como herramientas que ofrecen recursos o actividades, evaluaciones individualizadas, sistemas de tutorías basadas en el diálogo, asistentes virtuales, personalización de rutas de aprendizaje y materiales de aprendizaje impulsados por la inteligencia artificial.
En el caso de los docentes, señala Delgado que la inteligencia artificial puede apoyar en cuestiones como la obtención de resúmenes muy completos de artículos, editar fotos de una manera sencilla, crear presentaciones en poco tiempo, obtener música original para nuestros proyectos, o mejorar la práctica docente si los profesionales son capaces de saber dónde buscar y cómo preguntar. La IA también ha simplificado la gestión de tareas administrativas en instituciones educativas, sobre todo la automatización de tareas repetitivas, como la gestión de registros académicos, la programación de clases y la corrección de exámenes. Esto, para el experto, ha liberado algo de tiempo a los educadores. “Los sistemas de gestión escolar impulsados por IA pueden procesar grandes cantidades de datos de manera eficiente, lo que facilita tareas como la matriculación, el control de asistencia y el diagnóstico del aprendizaje. Sin embargo, es importante mantener la privacidad de los datos estudiantiles y garantizar que se utilicen de manera ética”, explica.
¿Están preparados los docentes, en general, para incorporar la IA? Responde Francisco Delgado que, aunque muchos docentes rechazan aún el término, es importante recordar que la mayoría utiliza desde hace tiempo aplicaciones que incorporan inteligencia artificial, sin ser conscientes de ello. “Tenemos dispositivos como los smartphones que nos ayudan en el día a día, con buscadores inteligentes, texto predictivo, desbloqueo por huella… La incorporación de más tecnología en la vida cotidiana llegará sin que seamos conscientes”, argumenta. Uno de los desafíos actuales radica en el temor a que los estudiantes utilicen herramientas de IA —como ChatGPT— para crear trabajos académicos. Delgado enfatiza que es necesario un cambio metodológico en las aulas, sin necesidad de desechar completamente lo que se hacía bien en el pasado.
En cuanto a la formación de docentes en IA, Delgado cuenta que es fácil acceder a diversas opciones de formación. Recomienda que los docentes realicen cursos en línea MOOC sobre inteligencia artificial, que proporcionan ideas clave en un formato de corta duración. Además, menciona que el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado ofrece tres cursos relacionados con esta tecnología: IA en el Día a Día, IA para el Bien Común y Una IA para Aprender. La asociación sin ánimo de lucro Programamos también ha lanzado el curso Inteligencia Artificial y Educación. En el ámbito internacional, la EU Schoolnet Academy, en colaboración con EU Code Week, ha diseñado el curso Liberar el Poder de la IA en la Educación, que ha tenido un impacto significativo.
Teresa Guasch, vicerrectora de Docencia y Aprendizaje de la UOC, señala que en la UOC disponen del eLearning Innovation Center, que impulsa la innovación educativa y ofrece recursos para ayudar a los docentes a integrar la IA en sus propuestas de enseñanza. La UOC también organiza anualmente una jornada interna de innovación (#UOC2thefuture) con el fin de fortalecer la comunidad de la UOC y analizar escenarios emergentes de disrupción educativa, con prácticas actuales.
Desde infantil hasta la Universidad
La inteligencia artificial (IA) abarca diversos campos en la educación, como el aprendizaje automático, las aplicaciones de gestión de aula, la prevención del acoso escolar, la individualización del aprendizaje y las evaluaciones personalizadas. Si pensamos en la receptividad de los docentes, Francisco Delgado cree que el interés por la IA abarca todas las etapas educativas, desde la educación infantil hasta la Universidad. Y cada vez será una realidad más palpable porque, a medida que más educadores y herramientas utilizan la IA para mejorar la educación, se espera que se convierta en una parte común y efectiva del proceso educativo. “La normalización de estas tecnologías en el aula es un camino en evolución”, concluye.
Fuente: https://elpais.com/