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¿Qué lleva a un menor a autolesionarse?

Una de las dos mellizas de 12 años que, según las primeras investigaciones se suicidaron la semana pasada en Oviedo, presentaba autolesiones. Así lo ha desvelado la autopsia. No se si sabe si se trata de Anastasia o de Alexandra, pero la dura realidad es que se han encontrado lesiones de «naturaleza autolítica» en el brazo de una de ellas y no son recientes.

Comida sana

Carlos González, pediatra: «Nuestra obsesión por darles a los niños comida sana hace que nuestros adolescentes coman cada vez peor»

Carlos González confiesa que ahora mismo trabaja poco como pediatra y que «la mayoría de los pocos niños que veo vienen a mi consulta porque sus padres han leído mis libros». En concreto, ha escrito nueve, sobre temas como crianza, alimentación y salud infantil. Algunos de los títulos son Mi niño no me come (1999), Bésame mucho. Cómo criar a tus hijos con amor (2003) y Hablando de niños (2019).

Adolescentes Mecheros

Del gas de la risa al de los mecheros, así son las nuevas formas de drogarse entre los jóvenes españoles con estas sustancias

Las alarmas volvieron a saltar este pasado viernes, 30 de septiembre, cuando una joven de 16 años de la localidad de Corral del Almaguer (Toledo) falleció después de haber inhalado gas isobutano. Una de las presentes relató que se encontraban a la salida de clase rellenando la recarga de sus mecheros : «Luego la vi, que estaba inhalando uno de ellos por la boca. Entonces se levantó, se puso a andar. Le faltaba el aire. Luego se cayó y se golpeó contra el suelo», relató.

Javier Urra: «Algunos adolescentes dicen: ‘Si la vida no me da lo que espero, me bajo de la vida’»

Javier Urra, director clínico de RecUrra, está acostumbrado a tratar con jóvenes conflictivos que viven situaciones límite, hasta el punto de que durante la presentación de su último libro, ‘Cuando la salud mental quiebra’, aseguró que «ayer me pasé por el centro terapéutico y estuve con quince menores que habían hecho intentos reales de quitarse la vida». Añadió que cada vez más jóvenes de entre 14 y 16 años piden a la vida lo que la vida no puede darles y le confiesan directamente que «si la vida no me da lo que espero, me bajo de la vida».