Qué es el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y cómo evitar errores comunes en su diagnóstico

Clàudia Segura – Barcelona. Periodismo Blanquerna.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA), comúnmente conocido como autismo, es una condición neurobiológica que influye en la forma en que las personas se relacionan, comunican y perciben su entorno. Las manifestaciones del TEA pueden variar considerablemente de un individuo a otro. 

En los últimos años, la comprensión y visibilidad del espectro autista han crecido notablemente, un avance que también ha contribuido al aumento en los diagnósticos. Según datos del Hospital Clínic Barcelona, uno de cada 100 nacimientos a nivel mundial corresponde a un caso de TEA. 

Este aumento en la visibilidad también ha generado una serie de desafíos, como la banalización de la condición y el auge de autodiagnósticos impulsados por el contenido inexacto que circula en Internet. Estas fuentes suelen presentar el TEA de manera superficial y poco rigurosa, lo que puede llevar a malentendidos y decisiones equivocadas, perjudicando a quienes buscan orientación confiable.

El diagnóstico es el primer paso para empezar a trabajar y entender.

Rosa Calvo – Psiquiatra del Hospital Clínic Barcelona

El TEA no es una enfermedad, sino una condición con bases biológicas y genéticas que requiere una evaluación especializada. Según Rosa Calvo, psiquiatra del Hospital Clínic Barcelona, “el diagnóstico es el primer paso para empezar a trabajar y entender”. Este proceso es fundamental para identificar las necesidades específicas de cada persona, diseñar un plan de intervención adecuado y prevenir malentendidos que puedan retrasar el acceso a tratamientos efectivos.

Este trastorno influye en la manera en que las personas se relacionan, comunican y comportan. Aunque cada caso es único, existen algunas características comunes. Es frecuente que surjan dificultades para interpretar gestos, expresiones faciales o el tono de voz, así como para seguir conversaciones o responder de manera fluida, lo que puede complicar las interacciones cotidianas. En cuanto a la comunicación, es habitual observar un desarrollo más lento del lenguaje o la repetición de frases y palabras, conocida como ecolalia. 

Otra característica común es la preferencia por rutinas estrictas, ya que los cambios inesperados pueden generar incomodidad o estrés significativo. Además, las personas con TEA suelen mostrar una sensibilidad aumentada a estímulos sensoriales, como sonidos o luces, que perciben de manera más intensa. Esto puede resultar abrumador o difícil de gestionar.

El TEA puede manifestarse junto a otras condiciones, como ansiedaddéficit de atención o depresión. Por eso, es fundamental que un profesional realice un diagnóstico exhaustivo. Solo un especialista puede evaluar de manera detallada cada caso, a través de entrevistas y observaciones personalizadas. Intentar auto diagnosticarse mediante cuestionarios en línea o buscando información no especializada puede generar confusión o estrés tanto en la persona que busca respuestas como en su familia. De hecho, como relata Aurora, madre de un niño con TEA, “tener un diagnóstico nos permitió entender a nuestro hijo, como si tuviéramos un diccionario”. 

Tener un diagnóstico nos permitió interpretar lo que decía nuestro hijo, como si tuviéramos un diccionario.

AuroraMadre

Aunque el diagnóstico es un paso fundamental para comprender el TEA, también es crucial reflexionar sobre el lenguaje con el que nos referimos a esta condición. A pesar de que la intención detrás de ciertos términos pueda ser positiva, es importante cuestionar cómo el lenguaje puede trivializar las experiencias de las personas con TEA, reforzando prejuicios y creando barreras sociales.

El uso informal del término autismo no solo simplifica una condición compleja, sino que perpetúa estigmas que dificultan la inclusión y comprensión. Por eso, es esencial fomentar un lenguaje respetuoso, basado en información precisa y de calidad, que facilite el acceso a la ayuda necesaria y permia avanzar hacia una sociedad más consciente y empática. 

Fuente:https://www.lavanguardia.com/