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Toni Solano, director de instituto: «En las salas de profesores hay más gente con el móvil que con el periódico»

Este catedrático de Lengua denuncia que «hay padres que les hacen los deberes a sus hijos«

De pequeño Toni Solano quería ser maquinista de tren. Estudió una FP de Electromecánica y, mientras trabajaba en Renfe, hizo la carrera de Filología «por placer». Al final, se convirtió en catedrático de Lengua y Literatura y desde 2016 dirige el IES Bovalar de Castellón, un instituto con muy buena reputación. Ayer salió a la venta su libro Aula o jaula (La Esfera), en el que habla desde la experiencia de 23 años dando clase.

PREGUNTA: Ha trabajado en colegios privados, institutos, academias y una universidad, y ha formado a profesores. ¿Qué es lo peor que ha visto?

RESPUESTA: Sobre todo lo relacionado con trastornos de la conducta de alumnos que muchas veces no reciben una atención médica. He visto episodios de violencia verbal, no física, de alumnos que plantan cara al profesorado, pero por suerte no han sido graves. También me han afectado mucho los casos de violencia familiar y de género, como tener que sacar por la puerta a un niño porque el padre, con una orden de alejamiento, estaba esperando fuera.

PREGUNTA: ¿Desde cuándo han aumentado los problemas de salud mental?

RESPUESTA: El aumento se suele relacionar con la pandemia pero tuvimos una reunión con inspección poco antes y vimos una gráfica ascendente bastante pronunciada de trastornos negativistas y desafiantes, además de autolesiones e intentos de suicidio. Justo tras el Covid hemos notado que ha ido a más. Tenemos de ocho a 10 casos por curso cuando antes había uno.

PREGUNTA: ¿Quién atiende a esos estudiantes?

RESPUESTA: No hay especialistas. Nosotros no tenemos ni enfermero ni psicólogo clínico, sólo un orientador. Si un alumno se toma en su casa un bote de pastillas, al día siguiente está en el instituto y tienes que hacerle un seguimiento especializado para que no vaya sólo al baño ni repita la autolesión, pero la visita al médico la tiene para dentro de dos o tres meses. Yo soy profesor de Lengua, no tengo herramientas para darles apoyo. Es urgente que haya una unidad de salud mental ligada a la educación, por lo menos en las grandes ciudades. Salud Mental está desbordada.

PREGUNTA: ¿Las autolesiones han reemplazado a la anorexia? ¿Es un problema que se da más en las chicas?

RESPUESTA: Las autolesiones, sí. Probablemente se relaciona con la imagen, la autoestima, imitar lo que hacen otros o lo que ven en redes sociales.

PREGUNTA: ¿Qué opina de las redes sociales? En su libro dice que gran parte de los problemas de convivencia se origina por su mal uso, pero defiende la utilización de móviles en el instituto.

RESPUESTA: La escuela no puede permanecer de espaldas al mundo y las redes son parte de él. Tenemos que educar a los alumnos para que las sepan usar porque, si no, se fijarán en los peores modelos. Es una tarea difícil porque nosotros mismos, como adultos, no sabemos usarlas y colgamos en Facebook fotos de nuestros hijos pequeños. Pero, si hay alguna posibilidad de que las redes se usen bien, es a partir del uso educativo en los centros. No sirve de nada prohibir los móviles en el instituto si al salir de clase los utilizan como armas.

PREGUNTA: Afirma que la relación entre las familias y los profesores no es todo lo buena que debería ser. ¿Por qué?

RESPUESTA: Hay un desencuentro generalizado entre los docentes y las familias. Y es curioso porque la mayoría de profesores somos familias también. A nadie le gusta que le cuestionen cuando trabaja y a nadie le gusta que a sus hijos les traten mal, y eso lleva a una desconfianza mutua cuando lo que necesita la escuela es que la relación sea fluida y de mutua confianza.

PREGUNTA: ¿Le llegan muchos padres reclamando las notas?

RESPUESTA: Tengo 900 alumnos y, en los últimos años, han venido sólo dos o tres padres para que se apruebe a sus hijos. Existen esas familias, pero en el 99% de los casos atienden a razones cuando les damos explicaciones.

PREGUNTA: ¿Qué opina de los deberes?

RESPUESTA: En las etapas obligatorias, hasta 3º de la ESO, con 14 o 15 años, no se debería poner deberes. Son injustos porque benefician a aquellos que tienen una ayuda fuera del aula. Si decimos que la escolarización es obligatoria hasta los 16 años, al menos deberíamos garantizar la misma calidad educativa para todos. Si mandamos deberes a un niño con problemas de aprendizaje que no los sabe hacer, ¿le ponemos un negativo?

PREGUNTA: Se pueden poner deberes personalizados.

RESPUESTA: En el 99% de los casos los deberes ni son individualizados ni se corrigen de forma personalizada. Los estudios científicos los ven beneficiosos cuando son personalizados y reciben una retroalimentación, pero corregirlos para todos en la pizarra no sirve. Como no podemos hacerlos individualizados en una clase de 30 alumnos, mejor no ponerlos. Además, ¿cómo se demuestra que los realizan los alumnos? En algunos casos los copian del compañero y hay padres -incluso profesores- que les hacen los deberes a sus hijos.

PREGUNTA: ¿Los padres les hacen los deberes?

RESPUESTA: Las familias en seguida aprenden que el sistema está hecho para aprobar, no para aprender, y que la clave no es hacer los deberes, sino llevarlos hechos. Los deberes son un fraude de principio a fin en el momento en que nadie garantiza que los haya hecho al alumno. En vez de mandar para casa un trabajo de La Celestina que se puede generar con Inteligencia Artificial, es mejor ponerse a leer el libro con ellos en clase y que demuestren lo que saben.

PREGUNTA: ¿Por qué ha crecido tanto el gasto de los hogares en extraescolares y clases particulares?

RESPUESTA: Porque el sistema está muy masificado y no da respuestas individualizadas.

PREGUNTA: ¿La ratio de alumnos por aula afecta al rendimiento escolar?

RESPUESTA: No hay ningún profesor que diga que la ratio no importa. Cuantos menos alumnos tengas que atender, mejor lo haces.

PREGUNTA: ¿Qué aspectos positivos y negativos tiene la Ley Celaá?

RESPUESTA: Lo positivo es que tiene buenas intenciones e introduce la inclusión como un principio, además de detallar las competencias, con las que el aprendizaje adquiere sentido en el aula. Pero no lleva un acompañamiento presupuestario y esa inclusión depende de la buena voluntad del profesorado, además de que las competencias se han introducido sin formar a los profesores. Entiendo el escepticismo que hay en torno a la ley porque, al final, se traduce en más burocracia.

PREGUNTA: La FP está viviendo una edad dorada mientras el Bachillerato se está convirtiendo en un aparcadero para malos estudiantes, según cuentan algunos profesores. ¿Es así?

RESPUESTA: La FP es una salida muy digna y cada día más, pero hay pocas plazas y la nota para entrar es alta, sobre todo en grados con más demanda. Y resulta que hay alumnos con notas altas que hacen FP y alumnos con notas más bajas en Bachillerato porque no les cogen en FP.

PREGUNTA: ¿Los profesores de ahora leen tantos libros como antes?

RESPUESTA: En general, hemos perdido hábito lector. En las salas de profesores hay más gente con el móvil que con el periódico o con un libro. Por eso me molesta cuando dicen que los jóvenes están enganchados a las redes sociales: es algo generalizado.

Fuente: https://www.elmundo.es/