Hospital Infantil

La Justicia británica decide desconectar al niño en muerte cerebral por un desafío viral

El Tribunal de Apelaciones desoye la súplica de sus padres

El ‘Desafío del Apagón’, el reto viral en TikTok que ha dejado a un niño de 12 años en muerte cerebral

IVANNIA SALAZAR – Londres

Archie Battersbee, el niño de 12 años que quedó en coma después de, según creen sus padres, participar en un reto viral de Tiktok llamado “Blackout Challenge”, podría ser desconectado del soporte vital mañana martes, después de que la justicia rechazara este lunes el último intento legal para que siga respirando gracias a un ventilador. Las autoridades del hospital en el que se encuentra el menor enviaron una carta a la familia indicando que a las 2 de la tarde de este lunes se pondría fin a su tratamiento, sin embargo, Hollie Dance y Paul Battersbee, padres del pequeño, se oponen a la decisión que tomó la jueza Emma Arbuthnot el 13 de junio y que fue refrendada posteriormente por un juez del tribunal de apelaciones el 15 de julio, que consideró que el tratamiento es “inútil”, y continuaron luchando hasta el último momento para que su hijo no sea desconectado, una batalla legal en la que llevan meses inmersos y que esta mañana trasladó nuevamente a los tribunales.

En una audiencia virtual programa a última hora, los jueces consideraron una solicitud del Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad para mantener a Archie con vida mientras estudia su caso. Tras la gestión de la familia, el gobierno le pidió a la justicia que “considerara urgentemente” la petición de la ONU, que para Edward Devereux, uno de los abogados de los padres, es una solicitud «vinculante» según el derecho internacional. Pero pasadas las cuatro de la tarde, los jueces anunciaron su dictamen: el niño puede ser desconectado a partir de este martes al mediodía.

Alistair Chesser, director médico de Barts Health, que gestiona el hospital Royal London de la capital británica, dijo que el plan para retirar el tratamiento médico del niño, a quien el 7 de abril su madre encontró inconsciente en su vivienda de Southend, Essex, seguirá adelante a menos que el tribunal indique lo contrario.

El equipo médico del centro considera que el menor se encuentra en un estado de muerte cerebral y la jueza dictaminó que poner fin al soporte vital es lo mejor para el niño, una decisión que sus progenitores, que consideran que están viviendo «la peor pesadilla de cualquier padre», califican como de «una crueldad extraordinaria y una violación flagrante de los derechos de Archie como persona discapacitada». Según su madre, «le corresponde a Dios decidir qué le sucederá a Archie, incluso, cuándo y cómo debe morir» y aseguró que «mientras Archie luche por su vida, no puedo traicionarlo».

Dance prometió no darse por vencida, y defendió que los médicos y los jueces deberían tener en cuenta las creencias religiosas de la familia y el hecho de que no están de acuerdo “con la idea de la dignidad en la muerte” ya que “imponerla y acelerarla con ese propósito es profundamente cruel”. Pero según una sentencia anterior, “los sentimientos individuales y las creencias religiosas de Archie son insuficientes para evitar la conclusión de que la continuación del tratamiento de soporte vital ya no es lo mejor para este niño moribundo, que está a semanas de una muerte que de otro modo ocurriría por un deterioro gradual y posterior fallo de sus órganos seguida de un fallo en su corazón”. “Solo se puede dar consentimiento para el tratamiento médico cuando sea en el mejor interés del paciente y la consecuencia de la evaluación del juez es que el tratamiento de soporte vital continuo para Archie no será lícito, incluso por un período de días o semanas”.

En declaraciones a la cadena SkyNews antes de la vista, la mujer habló de la “ansiedad” que sufren ella y el padre del menor, tras haber sido “arrastrados” por los tribunales a un camino que no quieren tomar y denuncia que han sido tratados “sin empatía” y “sin compasión”. Dance calificó los últimos meses como “muy difíciles”, una “montaña rusa emocional”. «La ansiedad de que me digan que le quitarán el soporte vital a Archie ha sido terrible”. También, en declaraciones a Radio 4 de la BBC, insistió en que el futuro de su hijo «no debería depender de las decisiones de un tribunal o del hospital” sino que estas “deben ser tomadas por los padres”.

«No creo que me esté aferrando a la esperanza, solo estoy pidiendo un tiempo realista para que mi hijo se recupere de una lesión cerebral”, detalló la madre. ”Querían apagar la máquina el tercer día. ¿Cuál es la prisa?”, se preguntó.

Fuente: https://www.abc.es/