PATRICIA ESPÍN
A diferencia del resto de seres vivos, los humanos poseemos la magnífica capacidad del lenguaje gracias a una base anatómica del cerebro que comienza a madurar alrededor de los seis primeros meses de vida.
El aprendizaje del habla está influido por diferentes factores sociales, ambientales, cognitivos y biológicos. Se diferencian varias fases en el desarrollo del lenguaje, aunque no es preciso determinar cuando finaliza este proceso, ya que depende de los procesos madurativos individuales del sistema sensorial y motor. Es alrededor de los seis meses cuando los bebés comienzan a emitir sus primeros sonidos, este es el primer paso en el desarrollo del lenguaje humano.
A partir de los dos años se produce un aumento significativo del vocabulario y la comprensión en la mayoría de los niños y niñas. Empiezan a formar frases más complejas ajustándolas a las «normas» del idioma que hablan sus familiares. Al rededor de los tres años, los niños empiezan a hacer preguntas y a utilizar muchos más adjetivos en sus diálogos.
Se estima que los menores conocen alrededor de 20200 palabras en edades comprendidas entre los cinco y siete años. Y no es hasta los doce años de edad cuando su capacidad para hablar está completa, llegados a este punto, usan el doble sentido, el humor y pueden expresarse incluso en un lenguaje abstracto.
Cada niño es un mundo, por lo que, estas cifras son estimaciones basadas en la media. Un niño que se aleja mucho de las edades anteriormente indicadas a la hora de comenzar a comunicarse, podría padecer uno de los llamados trastornos del lenguaje.
¿Por qué algunos niños aprenden a hablar antes?
El estudio más reciente sobre el espectro de las capacidades de los niños de Erika Bergelson, psicóloga en la Universidad de Harverd, ha demostrado que los niños que empiezan a hablar antes que otros son aquellos que están expuestos a más conversaciones de adultos, es decir, que escuchan más hablar a las personas de su alrededor.
La investigación de la doctora Bergelson sigue en activo. Ya han participado más de 1000 niños y niñas menores de cuatro años procedentes de 12 países diferentes, en los que se hablan hasta 43 idiomas distintos. Los menores no tenían ningún tipo de relación entre sí, así como el grupo es muy diverso en cuanto a nivel socioeconómico, ambiental, cultural… Aunque aún no se ha llegado a una conclusión exacta, todo parece indicar que los padres y madres que hablan más con sus hijos e hijas desde bebés hacen que estos sean más comunicativos.
¿Cuándo empiezan a hablar los niños bilingües?
Que un menor hable dos o más idiomas empieza a ser cada vez más frecuente. Se debe en parte a la globalización, y a que hoy en día es muy común encontrar parejas de diferente nacionalidad que tienen hijos. En otros casos, aunque los padres compartan lengua materna, deciden hablar en dos idiomas diferentes al hijo o hija desde el nacimiento.
El bilingüismo en la infancia interviene en el desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños, ya que les permite acceder a diferentes sistemas simbólicos, culturas y formas de pensamiento.
Ventajas del bilingüismo en la infancia
- Mayor capacidad resolutiva.
- Mejor atención selectiva.
- Más flexibilidad mental.
- Permite el acceso a diferentes sistemas simbólicos y culturales.
- El aprendizaje de varios idiomas desde una edad temprana estimula áreas del cerebro asociadas con la memoria y el procesamiento de información.
- Mayor conciencia metalingüística, es decir, la capacidad de reflexionar sobre el lenguaje y sus propiedades.
- Frena el deterioro cognitivo, ya que el bilingüismo actúa como un factor protector frente al envejecimiento cerebral y las enfermedades neurodegenerativas.
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