Darle el móvil al niño en las rabietas es contraproducente: ¿cuál es el mejor método para gestionarlas?
Sustituir la gestión de una pataleta, algo habitual entre los uno y los tres años, por un teléfono hace que este no aprenda a dirigir sus emociones de forma correcta. Es mejor dejar pasar el momento de ira y acompañarles cuando llegue el de la tristeza