Advierte de que hay países con regulaciones «conflictivas e incompletas» para proteger a los niños de los riesgos digitales
S.F.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) defiende la educación digital a través del uso de kits robóticos y materiales como rompecabezas con el objetivo de evitar la exposición directa de los niños a las pantallas, una propuesta que «no es apoyada por la mayoría de los gobiernos».
Así lo refleja el estudio ‘Empoderar a los niños pequeños en la era digital’ de la OCDE, al que ha tenido acceso Europa Press, que ofrece «una visión de 360 grados de los desafíos de la digitalización en la Educación y Atención a la Primera Infancia y las posibles respuestas políticas» y que destaca que las principales preocupaciones de los países sobre la digitalización en la infancia son el «daño físico, social y emocional relacionado con la tecnología, las amenazas a la privacidad y el crecimiento de las brechas digitales».
El informe advierte de que el uso de internet, tablets, smartphones, redes sociales y aplicaciones de mensajería ha cambiado «profundamente» la vida de los niños en todo le mundo y, por ello, muchos gobiernos se han preocupado por el impacto de las tecnologías digitales en el desarrollo de los jóvenes, lo que se refleja en las agendas políticas para la primera infancia que «se centran en gran medida en los riesgos para los niños pequeños y cómo hacer frente a los desafíos».
Sin embargo, añade que las funciones interactivas pueden ayudar a los niños pequeños a desarrollar sus habilidades expresivas en el uso de audio, gráficos, fotos, texto y video. El uso de contenido digital en entornos de aprendizaje «también puede exponer a los niños a contenido de calidad que no reciben necesariamente en casa».
Al comprender tempranamente la tecnología digital, los niños también pueden estar expuestos a nuevas ideas y conceptos, algo que, según el estudio, los «empodera y potencialmente puede llevar al desarrollo de habilidades que les ayuden más adelante en la vida, así como a sensibilizarse para perseguir carreras en campos tecnológicos como la Inteligencia Artificial, la Programación y la Ingeniería.
Actualmente, según recoge el documento, la mayoría de los países se enfocan en promover el uso seguro y responsable de las tecnologías en entornos del Educación y el Cuidado Temprano de la Infancia, «en lugar de adoptar enfoques restrictivos como prohibiciones totales de dispositivos digitales».
Sin embargo, la OCDE precisa que a menudo existen directrices y regulaciones «conflictivas o incompletas» para ayudar a los niños pequeños a aprender cómo protegerse contra los riesgos digitales, así como a usar la tecnología digital de manera segura y creativa, lo que implica que los profesionales «pueden adoptar enfoques diferentes, de calidad variable, dependiendo de su propia capacidad e iniciativa».
El papel de los docentes
La orientación disponible al respecto, según subraya el informe, generalmente se dirige a los padres y no a los profesores, de los cuales menos de la mitad de encuestados evalúan actualmente el uso de tecnologías digitales en entornos de la primera infancia como parte de sus funciones.
El informe puesta por abordar desde temprana edad las brechas digitales entre los niños, ya que los más desfavorecidos «a menudo tienen menos probabilidades de perseguir carreras en campos tecnológicos en comparación con los niños más privilegiados». Por ello, resalta que cerrar esa brecha digital «es una prioridad política para muchos países».
Para ello, recomienda ayudar a despertar el interés de las niñas más pequeñas en el campo de la tecnología, así como informar a los padres sobre prácticas digitales apropiadas para la temprana edad.
Sin desarrollo temprano de alfabetización digital
Sin embargo, la investigación revela que casi la mitad de los países no tienen objetivos específicos para el desarrollo temprano de la alfabetización digital en los marcos curriculares de la educación temprana y muchos informan de «grandes diferencias en la calidad y tipos de recursos digitales disponibles en los entornos de educación temprana».
Para la OCDE, esto significa que muchos países «están perdiendo una oportunidad de ayudar a todos los niños a aprovechar los beneficios de la digitalización».
Si bien la exposición de los niños pequeños a las tecnologías digitales generalmente comienza en entornos domésticos, el estudio refleja que la educación temprana «puede desempeñar un papel importante en ayudar a todos los niños a comenzar a aprender sobre los riesgos, apreciar cómo funcionan los ordenadores y cómo la tecnología puede apoyar el juego, la creatividad y la autoexpresión«.
El estudio también pone de manifiesto que los profesores son «esenciales» para avanzar en las respuestas a la digitalización. No obstante, precisa que los docentes necesitan formación básica para comprender cómo utilizar las tecnologías digitales de manera efectiva, con el objetivo de mejorar sus habilidades.
En este sentido, afirma que la mayoría de los países ofrece algún tipo de financiación o apoyo para que los profesores desarrollen sus competencias digitales, aunque «pocos» lo incluyen como requisitos en la formación de los docentes.
Respecto a cómo puede facilitar la tecnología la comunicación entre las familias y el sistema educativo, el estudio evidencia que la capacitación de los países para establecer una comunicación con los padres a través de la tecnología «es generalmente insuficiente», por lo que destaca la importancia de mejorar estas formas de comunicación.
Fuente: https://www.abc.es/