La especialista recuerda que no todas las decisiones tienen que basarse en lo que los adultos consideran conveniente para sus hijos.
Jorge Magdalani
La vuelta al cole no solo implica retomar los libros y los horarios. También lo hace para enfrentarse a una agenda que, en muchos casos, se llena de actividades extraescolares sin consultar a los principales protagonistas: los niños. Sobre esto ha hablado Maite Carrasco, psicóloga sanitaria, quien destaca la importancia de escuchar a los pequeños de la casa.
De hecho, según la experta, los padres suelen cometer el error de sobrecargar a los niños con clases de idiomas, deporte, danza o pintura, sin tener en cuenta su bienestar. “Antes de apuntar a nuestros hijos a extraescolares, hay que escuchar lo que realmente quieren. No tiene sentido empeñarnos en que dominen muchas actividades si no es lo que quieren. Tienen el mismo derecho a disfrutar que nosotros”, dice Maite Carrasco para la Cadena SER.
La importancia de escuchar a los niños para saber qué actividad extraescolar quieren hacer
Porque sí; son muchos los padres que usan las extraescolares en esa línea como refuerzo de las asignaturas en las que sus hijos van peor o como forma de entretener a los hijos después del colegio. Sin embargo, en opinión de los expertos, elegir las extraescolares en base a estos motivos no sería lo más positivo para su desarrollo.
“Muchas veces, desde la perspectiva adulta, creemos saber qué es lo mejor para ellos, y cometemos el error de no preguntarles qué les apetece hacer”.
Carrasco, que ejerce en la clínica DRM de Murcia y fue entrevistada en el programa ‘La Ventana’, recuerda, también, que el cambio de ritmo tras el verano es otro de los momentos que requieren especial cuidado. Para la psicóloga, septiembre no debería vivirse como una vuelta brusca a la rutina y al nuevo calendario escolar, sino como un proceso de adaptación progresiva.
La psicóloga sanitaria Maite Carrasco recuerda el cuidado de los niños al ritmo escolar tras el verano
“Las dos primeras semanas son oro para introducir poco a poco los horarios, los hábitos de sueño y las actividades”, explica. Y advierte que incluso durante las vacaciones es positivo mantener pequeñas rutinas, aunque flexibles, para que el regreso no sea un choque repentino que afecte al ánimo de los niños.
Una vez que los padres han elegido la extraescolar junto con sus hijos, los expertos aconsejan mantenerla, al menos, durante dos trimestres ¿por qué? “para enseñar el valor del compromiso y dar una oportunidad a los nuevos ambientes”. No obstante, también hay que ser flexibles «y permitir que estas actividades sirvan de ensayo para que los niños y niñas puedan probar qué les gusta, qué se les da bien…».
La psicóloga también llama la atención sobre la adolescencia, una etapa en la que la presión externa se multiplica y los riesgos de sobreexigencia se hacen más visibles. Según Maite, muchos jóvenes acaban vinculando su autoestima únicamente a los resultados académicos o deportivos, lo que genera frustración.
«Tenemos que demostrarles que los valoramos por lo que son, no solo por lo que hacen”, afirma con rotundidad. Ese mensaje, añade, resulta crucial en una etapa vital en la que la identidad y la seguridad personal aún están en construcción.
Mucho más que actividades deportivas
Muchos jóvenes, señala, vinculan su autoestima a los resultados que obtienen: las notas, los triunfos deportivos, las becas o los reconocimientos externos. Ese patrón puede derivar en frustración o ansiedad cuando no se cumplen las expectativas
Existen numerosas actividades deportivas entre las que elegir: deportes de pelota (fútbol, baloncesto, voleibol…), atletismo, defensa personal, deportes de contacto, gimnasia… aunque, como venimos diciendo, la elección entre uno u otro dependerá en gran medida de las preferencias de tu hijo. Lo ideal es dejarles probar y experimentar hasta que encuentren una actividad con la que se sienten identificados.
Aunque claro, no todos tiene por qué ser deportes, ni mucho menos. Por ejemplo, la danza y baile, puede ser una forma divertida de relacionarse y hacer ejercicio. De hecho, el baile es una de las actividades extraescolares más populares entre niños y niñas en edad escolar. Existen numerosas posibilidades, desde hip hop, salsa, danza moderna, ballet… sea cual sea el estilo, la danza ayuda a los niños a desconectar y divertirse después de un largo día de colegio, mientras aprenden y hacen ejercicio.
Escuchar a los hijos, dice la especialista, no significa ceder siempre a sus voluntades, pero sí darles un papel activo en las decisiones que afectan a su vida diaria. Un niño que participa en la elección de su actividad se implica más, muestra mayor motivación y desarrolla autonomía. El proceso de decidir juntos, incluso de equivocarse y rectificar, forma parte del aprendizaje. “No pasa nada si un niño prueba una actividad y luego quiere dejarla. Eso también le enseña a conocerse mejor”, añade.